Me siento fuera de sentido,
grito, me afijo y pienso:
"voy donde no hay muerte
y sólo se alcanza la victoria"
Nezahualcóyolt
Luego de dormir con todos los bártulos en el aeropuerto, compramos un par de cosas y salimos a la aventura. No fue tan temprano como deseábamos, pues teniamos que adquirir las garrafitas para cocinar y recien 9:30 habrian el local. Pasadas la 10 ya estábamos en camimo, un par de fotos para el recuerdo y avanzamos.
Subidas y bajadas, curva y contra-curvas, mucha gente saludando y alentando muestro paso con sus bocinazos. Al mediodia el cielo empezó a amenazar con lluvia pero apenas caían algunas gotas. Las bajadas empezaron a escaciar y todo era cuesta arriba. Las piernas y la cabeza empezaron a flaquear. Era nuestra primer etapa y, por supuesto, el espíritu estaba intacto. Pero todo se complico cuando la lluvia apareció con mas intensidad. Nos encontramos con un dilema, seguir la ruta y arriesgarnos a mojarnos todo o parar y armar campamento al lado de la carretera. La decisión fue quedarnos, y fue totalmente acertada. Habíamos hecho 55 km. rumbo a Tolhuin y el clima no nos permitio seguir camino. Luego de comer, el aguacero se hizo mas fuerte y constante. Eran las siete de la tarde, hacia mucho frió, llovia como condenado y no nos quedo otra que dormir como angelitos. El frío se hizo sentir durante la noche, y el fiel reflejo lo encontramos al levantarnos y ver las cumbres de las montañas cubiertas de nieve. Pero esto, ya es otro día..
Se hace camino al andar... golpe a golpe, verso a verso.
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