Esta vez, un poco más selvático que la tirada de ayer, y con más poblaciones en el medio. En Coronel Moldes paramos a comer, un pueblito bastante pintoresco donde la ruta 68 lo atraviesa por el medio como a otros tantos lugares donde la carretera separa en dos las ciudades. Continuamos viaje y como a 15 Km. la bici de Marcos hace un ruido intenso y se frena de golpe.
Al revisar El Rayo, nos dios cuenta que el soporte del portaequipaje estaba quebrado, roto de cuajo. El peso de la alforja hacia que el porta tocara la rueda y así imposibilitara el avance. Sin poder solucionar el tema, ya que se necesitaba un soldador de aluminio, lo arreglamos al mejor estilo Copani. Si bien no utilizamos alambre, un precinto sirvió para la ocasión. Por suerte, éste soporto como un duque el peso del equipaje y pudimos hacer los 45 Km. que nos faltaban sin inconvenientes.
De todas maneras, tenemos que resolverlo en Salta Capital. Llegando a nuestro destino, llamamos a Buby, tío de una amiga, que nos brindaría hospedaje en la ciudad. Luego de las indicaciones para llegar, como a las 5 de la tarde estábamos en la casa del anfitrión. Un personaje total, enseguida nos llevo a canal 11 (grupo TELEFE) para que nos hicieran una nota que arreglamos para mañana, también nos llevo hasta la municipalidad y logro que un guía nos lleve a recorrer el centro histórico de Salta, recorrido que también efectuaremos mañana.
En fin, un loco lindo que nos hizo reír bastante, principalmente cuando se quería comunicar con Pablo que solo atinaba a reírse ya que no entiende casi nada. Ya cumplimos los 5000 Km., restan menos de 400 Km. Mañana tenemos un día interesante además de tener la obligación de arreglar la bici. Salta, la linda, se merece ese nombre.
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