Hernán se la banco excelente, mientras que Marcos empezó e tener problemas para respirar. Este, la subió un poco caminando y otro poco a pedal. Y el problema no fue solo la cuesta, sino que esta vez no tuvo recompensa, jamás bajamos, llegamos a una pampa que se mantenía a ese nivel. Después de 22 Km. hicimos un parate para tomar aire y darle respiro a las piernas.
Nos restaban más de 65 Km. y el negro ya no quería más. Luego de media hora, arrancamos nuevamente, esta vez con un camino que te dejaba avanzar un poco mejor, y así llegamos a la subida de Tres Cruces, donde descansamos nuevamente después de otros 22 Km. Ahí comimos unos sándwiches de atún y al rato emprendimos la subida. Esta vez no tan áspera, pero si larga. Hernán siguió perfectamente, pero Marcos empezó a tener los síntomas de la falta de oxigeno (apunamiento), dolor de cabeza y nauseas entre otras.
Así y todo llegamos al pueblo de Tres Cruces, donde hicimos un parate y preguntamos en Gendarmería como era el resto del camino. TODO Bajada, fue la respuesta. Nos dio aliento, pero el descanso acelero los inconvenientes de Marcos, quien ya se notaba totalmente descompuesto, pálido en su tez (negra de nacimiento) y con más ganas de tirarse a dormir que seguir. La decisión del equipo, fue no continuar a pedal, nos tomamos un colectivo y llegamos a Abra Pampa en 6 ruedas. Fueron unos 30 Km. pero que le resultaban imposibles para el negro Marcos.
A esta altura (no los 3800 metros) del viaje, no valía la pena sufrir. Mañana llegamos, tocamos el punto extremo norte de nuestro país. Ya estamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario