sábado, 30 de abril de 2011

Día 36: Domingo, Facturas y Fútbol

Habrá que acostumbrarse
a nuestra condición frágil y efímera
para ser dignos del tiempo y del viento.
Yiramundi


Nos levantamos tarde, todos menos la tía Mary que su fue a trabajar a primeras horas del día. El resto despego sus cuerpos de la cama cerca del mediodía.

Nosotros fuimos un rato al centro y fuimos a visitar a una compañera de la facu del negro Marcos, Florencia y su chico también llamado Marcos. En su casa compartimos unas facturas, unos mates y una jugosa charla. Por la tarde noche partimos hacia el taller de Rubén Perkman quien amablemente accedió a dejar como nueva a la "Rutera".

Allí disfrutamos un poco de futbol y una tarde friolenta con un tipo increíblemente generoso, quien nuevamente nos demostró un gran cariño a pesar de no conocernos. Luego de un par de horas dejo brillante la bici de Hernán y compartimos una linda charla hasta las 10:00 de la noche. Volvimos a la casa de los tíos de Marcos, comimos y nos fuimos a dormir temprano para ir sumando fuerzas para la mitad norteña que nos espera.

Este día se lo queremos dedicar a Rubén Perkman, quien generosamente nos dejo como nuevas nuestras bicis, con un amor increíble. Gracias totales gordo!!!

PD: estamos atrasados con la info en el blog pero ya nos pondremos pedal contra pedal... abrazo grande a todos y gracias por los saludos de felìz cumple a Hernán...

viernes, 29 de abril de 2011

Día 35: FLORes de 25 otoños

Un día para el descanso y festejos. Florencia, prima del negro, cumplía 25 años y estaba presente para el tributo como muy pocas veces en la vida.

Durante el día, Raúl llevo a Marcos y al "rayo" a un taller mecánico de un amigo suyo, Rubén Perkman, quien se encargo de desarmar, limpiar y dejar como nueva la bicicleta del negro. Una tarea que ya era necesaria y que Rubén realizo con tanto cariño que realmente parecía que el rodado recién salía de la fabrica. El "Rayo" estaba renovado y era una muy buena noticia. La otra llego como a las 9:00 hs de la noche cuando Hernán se comunico conmigo cuando su anatomía ya estaba en Bariloche. Había llegado desde El Bolsón en micro, después de pedalear unos cuantos Km. en una jornada histórica de vientos de mas de 100 Km. por hora, un día donde el turístico tren La Trochita se dio vuelta con mas de 150 personas que por suerte salieron todas sin inconvenientes. Así que llego justo para el festejo familiar, donde comimos como condenados a muerte y la pasamos genial con el humor acido del tío Raúl. Este día se lo dedicamos a la reina del día, Florencia Broglio y sus primeros 25 años.

jueves, 28 de abril de 2011

Día 34: San Carlos de las nieves de Bariloche

Hay señales que son el testamenteo
que nadie escribirá
al final de una curva.
Ana Merino


El Negro: Tenía varios pronósticos del clima, desde Buenos Aires Celeste me anunciaba un día fresco pero sin lluvia, mientras que en el hostel me reafirmaban el fresco pero le agregaban lluvias y nevadas a partir de la tarde. En resumen, me levante más temprano que nunca para evitar el eventual chubasco.

Las agujas marcaban las 4:45 hs y con unas galletitas en el estomago y un poco de jugo de naranja salí a rodar hacia Bariloche. El frío a esa hora era más que intenso pero por suerte a simple vista el cielo no estaba cargado con agua. Tenia toda la ropa seca ya que la había dejado todo el día anterior junto al calefactor, por lo que estaba bastante protegido del frío.

El camino es algo duro, con bastantes subidas y bajadas miserables en los primeros Km. De todas maneras, el clima me hacia avanzar sin detenerme un instante y, aunque no a la velocidad deseada, estaba cada vez de mi objetivo. Al salir el sol, como a las 8:00 y monedas empezó a hacer una aislada llovizna por lo que la información que había recibido ya carecía de verdad absoluta. Legando a la mitad del recorrido, pasados los 50 Km. la llovizna molesta se convirtió en nieve.

Para mi fue una sensación única, estaba pedaleando con la emoción, quizás inconsciente, que genera este tipo de fenómeno natural, el cual no estoy acostumbrado a disfrutar. A esta altura, las bajadas son tan intensas como las subidas y la nieve comenzó a acumularse de a poco al costado del camino. Sinceramente sufrí muchísimo el frío en las manos, más cuando el "Rayo" agarraba velocidad durante las pendientes. Por momentos las sentía congeladas, al punto de no sentir los dedos que no obedecían las órdenes del cerebro.

El camino es realmente hermoso, impactante y valió la pena sufrir un poco para disfrutar tanto. Después de mas de 8:00 hs arriba de la bici llegue a la ciudad mas popular del sur argentino y fui derecho a la casa de mis tíos. Raúl, "bigotes" para los sobrinos", me estaba esperando con la bañadera hirviendo y me recupere del frío rápidamente. Comí y al rato me reencontré con mi tía Mary y mi prima Flor después de vernos en el verano de Santa Teresita.

Cansado pero muy feliz por haber cumplido la promesa a Flor de estar presente para su cumpleaños (los cumple mañana). Ayer y hoy fueron días de mucho esfuerzo y aventura, lluvia y nieve. Muy lindos por cierto. Atrás había dejado Chubut y a mi compa, y ya casi estoy afuera de Río Negro.

Nany: Se levanto temprano y aun el cielo lloraba. Como a las diez, luego que cesara el agua salió hacia El Bolsón. Llego a Epuyen, a unos 40 Km. de donde estaba y en el camino lo agarro un poco de lluvia y bastante viento. Decidió entonces, conseguir un lugar para dormir en esa ciudad chubutense. Allí se resguardo del mal tiempo, que presento agua, nieve y viento.

miércoles, 27 de abril de 2011

Día 33: El Bolsón

Nos levantamos para salir temprano hacia El Bolsón con amenaza de lluvia y nieve a partir del mediodía. Luego de desayunar y acomodar todo, el pronóstico se adelanto y empezó a caer agua a las 8:30 hs. El cielo estaba muy cerrado y parecía que no iba a parar en todo el día.

Teníamos por delante 30 km. de ripio y otros 70 Km. de asfalto; y a la vista un DIA lluvioso. Marcos quería salir de todas maneras y Hernán prefería esperar hasta que dejara de llover. Como a las 9:30 hs el negro decidió arrancar a pesar del mal tiempo mientras que Hernán se quedo en el baño del camping al resguardo del agua. Aquí comienzan dos historias:

El Negro: salí a pesar de la lluvia, sin preocupaciones del agua porque tenia varias poblaciones en el camino hacia El Bolsón, y si el cuerpo me pedía parar por el frió lo podría hacer en Cholila, Epuyen o el Hoyo. Los 30 Km. de ripio fueron duros por el mal estado del mismo, con muchas piedras sueltas y sin huellas que seguir. De todas maneras la lluvia me impedía parar porque si me enfriaba quizás lo que me parecía una experiencia interesante se iba a convertir en una decisión equivocada.

Una vez en el camino asfaltado la ruta baja considerablemente por lo que avance a Epuyen en un par de horas. Para el mediodía ya estaba en la mitad de camino y si bien el frió se hacia sentir en manos y pies, decidí seguir viaje. La lluvia jamás dejo de caer y por momentos lo hacia con mucha intensidad. Las bajadas siguieron unos 25 km. mas hasta el Hoyo, a unos 15 km. de mi objetivo. A pura velocidad y con un esfuerzo físico mínimo estaba muy cerca de El Bolsón. Como a las 14:00 hs llegue a la hermosa ciudad que me recibió con una muy buena caída, la primera que vale la pena contar porque fue un lindo porrazo.

Por suerte, salí ileso con un golpe en el codo y rodilla derecha. Rápidamente busque un hostel, y después de un baño caliente me fui a acostar para descansar un poco y tomar temperatura. Ya por la noche, cene abundantemente y me fui a dormir porque mañana, pase lo que pase, salgo hacia Bariloche.

Nany: Se quedó en el camping todo el día ya que en ningún momento dejo de llover. Por lo tanto descanso y comió ya que tenia víveres para un par de días como mínimo y una pequeña población, Villa Lago Rivadavia, a 500 metros.

martes, 26 de abril de 2011

Día 32: Descanso en Esquel

Luego de la bicicleteada nocturna decidimos quedarnos un día mas en Esquel para descansar un poco. Una ciudad muy linda rodeada de cerros apenas nevados con una pintoresca arquitectura.

Nos levantamos al mediodía y salimos a recorrer el centro del lugar. El día acompañaba de maravilla, al punto que caminamos en remera. Después de averiguar las rutas mas convenientes, pues la duda aparecia si tomar camino al bolson por la ruta 40 asfaltada o ir por el Parque Nacional los Alerces por la ruta provincial 71 de ripio mas larga en apenas 20 km.
La carretera por el Parque era mucho mas atractiva en paisaje pero teniamos que volver a rodar por ripio nuevamente y unos 100 km aproximadamente. Teniamos todo el día para evaluar además de aprovechar para comer y descansar.
Por la tarde se levanto un poco de viento y se puso mas fresco, por lo que solo salimos del hostel para comprar los viveres para los proximos días. Y Hernán aprovecho la cercanía de su cumpleaños (es este 29) para regalarse una campera acorde a los frios que nos esperan por la epoca. Finalmente, la jornada termino compartiendo la cena con dos francesas y un viejo tano.

Más Fotos: click aquí

lunes, 25 de abril de 2011

Día 31: Día Luna…

Hoy día luna día pena,

hoy me levanto sin razón,

hoy me levanto y no llego a ninguna destinación…

Manu Chao

Nos levantamos a las ocho de la matina para no molestar en vialidad y fuimos a la estación de servicios para desayunar. Al mediodía partimos hacia el único lugar donde nos podíamos hospedar y para nuestra sorpresa el dueño nos dijo que lo tenía lleno, sin espacio disponible.

Creemos que de alguna manera se había ofendido porque el día anterior habíamos preguntado para pasar la noche ahí y finalmente tomamos una opción más económica. (estamos convencidos que tenia lugar de sobra porque no es un lugar muy turístico y había muchas habitaciones libres). Sin desesperarnos fuimos a comer al Súper Kiosco Emanuel (casa de comidas) que esta ubicado a media cuadra de la plaza principal y nos dimos un banquete soñado para festejar nuestro primer mes de travesía.

Durante la sobremesa, vino el puestero de vialidad y nos ofreció quedarnos nuevamente en el lugar donde pasamos la noche anterior, lo que nos tranquilizo bastante porque no sabíamos donde dormir. Con esa seguridad, de tener hospedaje, fuimos al único ciber del pueblo que abre únicamente de 17:30 a 20:30 hs. Al salir del comercio nos dimos cuenta que el viento había desaparecido y nos pico el bichito.

Es verdad que de noche se corren ciertos riesgos pero la enorme luna llena en su máximo esplendor iluminaba nuestro camino. El Negro estaba enloquecido y Nany se dejo convencer rápidamente. A las 9 partimos hacia Esquel, unos 100 Km. La noche estaba fresca pero la emoción de pedalear de noche, con luna llena nos llenaba el alma. Se podían ver a nuestro paso los cerros nevados, los surcos de los arroyos, los valles, todo. Fue algo mágico, una de las experiencia que habíamos soñado. Finalmente, cinco horas mas tarde, arribamos a Esquel y conseguimos un hostel para ducharnos y descansar.

sábado, 23 de abril de 2011

Día 30: Feliz Cumple Mes

Somos hombres buenos, y nuestro Don no es ser altos, de pelo rubio, ni ojos celestes, ni tener fortunas, ni fama, ni poder, sino la libertad de ser quienes verdaderamente somos.. Néstor El Baby Francisco

Hoy cumplimos un mes de travesía y todo marcha como lo habíamos planificado, por lo menos a los tiempos estipulados y demás. En cuanto a lo que fuimos viviendo, aprendiendo y disfrutando el viaje eran cuestiones imposibles de preveer, aunque demás esta decirlo, cumple con todas las imaginadas.

Para festejarlo, el viento nos regalo 90 Km. soplando en contra y bastante furioso. Pero esta claro, que nuestra cabeza cambio en algo porque a pesar de la adversidad pudimos pedalear el trayecto hacia la ciudad de Tecka en un buen tiempo a pesar del desgaste físico. Las piernas piden piedad, así que nos quedaremos dos noches por aquí y luego seguiremos viaje hacia Esquel.

Nos esperan 100 Km. con viento en contra y, según dicen, ahí se acaba el viento por la proximidad a la cordillera. En fin, un mes de viaje, disfrutando y padeciendo, cumpliendo un sueño como si fuera poco. Locura para algunos, aventureros para otros, para nosotros una necesidad.
La noche la pasamos en vialidad, esta vez, amablemente nos cedieron una especie de quincho con cocina, TV y un hogar que apenas llegamos encendimos la leña para calentarnos.

El puestero, quien en un principio dudo de dejarnos pasar la noche ahí, nos termino ofreciendo de todo, incluso una pizza que compartió con nosotros. Una muy buena manera de festejar.

viernes, 22 de abril de 2011

Día 29: Nieve, Barro y Chubut

Mientras más realidad enfrentamos,

más nos damos cuenta de que la irrealidad

es el programa principal del día.

John Lennon

Nos despedimos de Perito sabiendo que dejamos atrás la provincia mas larga del recorrido en cuanto a Km. Esperamos ansiosos abandonar el frío y el viento, aunque somos conscientes que toda la Patagonia es similar. Temprano, como a las siete arrancamos hacia Río Mayo, Chubut, unos 130 Km. y unos cuantos de ripio.

Con un poco de viento a favor llegamos rápidamente al final del asfalto, a unos 30 Km., y para nuestra sorpresa empezamos a ver unos cerros cercanos con un poco de nieve. Sabíamos que estábamos subiendo porque así la carretera nos lo hacia saber, con cuestas largas y bajadas diminutas.

Los cerros empezaron a ponerse cada vez más blancos a medida que avanzábamos hasta que una pequeña acumulación de nieve estaba juntita a la ruta. Desesperados nos bajamos a tomar unas fotografías, pues para nosotros era lo único que íbamos a tocar. Pero a medida que recorrimos la ruta, subíamos cada vez más y el manto blanco ya cubría todo a la vista. Fue algo inesperado, nunca imaginamos que íbamos a pedalear con nieve.

Y las sorpresas siguieron, pues al terminarse el asfalto nos encontramos con trabajos de pavimentación. Así que continuamos por el mejorado hasta los 90 Km. de Perito. Justo cuando llegamos al límite provincial finalizan los trabajos de asfaltado y comienza el ripio. Y como había llovido todo el día anterior a baldazos nos encontramos con un barral.

Las pocas camionetas que circulaban lo hacían con barro hasta en el techo. El negro se puso feliz porque le recordó cuando se vieja los mandaba junto a sus hermanos a jugar afuera con lluvia y barro a la pelota con tal de no romperle toda la casa. A Hernán, en cambio, la idea no le pareció tan buena. Y tenia razón, pues el barro se va acumulando en las ruedas, frenos y cambios y es imposible avanzar.

Teníamos por delante unos 35 Km. con un ripio en mal estado y con una superficie muy particular. Con mucho esfuerzo llegamos embarrados hasta las orejas, ya casi de noche. Teníamos la obligación de lavar a las bicis y conseguimos un lavadero de autos que amablemente nos dejo a las "nenas" como nuevas.

Luego conseguimos un hotel, que a pesar de nuestra presencia impresentable, nos admitió. Ahí nos toco a nosotros, un baño sabroso y a comer. Hernán salio a buscar una rosticería y trajo dos milanesas gigantes que la devoramos en instantes. Cansados pero felices por un día mágico: Nieve, Barro y Chubut.

Día 28: Lluvia torrencial

Algún día en cualquier parte,
en cualquier lugar indefectiblemente
te encontrarás a ti mismo,
y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz
o la más amarga de tus horas.
Pablo Neruda

El pronóstico dice a las 7 de la mañana que durante todo el día va a llover con posibilidades de nevadas en la zona para los próximos días. Resulta necesario poder subir lo más rápido para evitar los primeros grandes fríos.
Por ahora venimos bien, solo esperamos que mañana amanezca sin agua para finalmente, salir de Santa Cruz. La ciudad de Río Mayo, a 130 Km. nos espera en Chubut, con un camino en su mayoría de ripio, pero bueno, con la energía renovada de ingresar a otra provincia aunque el paisaje sea similar. Para matar el tiempo, hicimos generala y diez mil en el quincho del camping.
No pudimos descansar demasiado porque la lluvia no dejo de caer y se filtro un poco de agua en la carpa pero tampoco gastamos energía y le dimos de lo lindo al morfi. Por la noche nos sentimos "extranjeros" en nuestra tierra, pues canadienses, franceses, alemanes, japoneses, polacos, etc. daban vueltas por las mesas donde comimos. Todos conociendo nuestro país con sus costumbres, a su manera, pero iguales al fin.
Conocer lugares únicos y personas que serán recordadas en un par de años viendo alguna foto vieja. Volviendo a lo nuestro, con ansiedad de avanzar por la carretera, pues a esta altura, ya se convirtió en el lugar habitual de nuestras aventuras.

jueves, 21 de abril de 2011

Día 27: Descanso en Perito

Nos tomamos este día para descansar. Luego de 350 Km. en tres días le dimos un respiro a nuestras piernas. El negro se levanto temprano y Hernán durmió hasta el mediodía.

Después de comer unos fideos con atún en el quincho del camping, compartiendo la mesa con un ponja que no cazaba una sola palabra en castellano, fuimos al ciber para ponernos al día. El pueblo es chiquito pero muy pintoresco, de los más bonitos, y con las bicis recorrimos la calle principal en un periquete. Por la noche salio guiso aprovechando la cocina del lugar donde nos hospedamos y jugamos al diez mil (juego de dados).

Con esto marcamos los roles de la guisada, el que perdía cocinaba y el ganador lavaba. Y el azar no cambio la rutina: el negro cocino y Nanni lavo. Dicen que salio rico, para nosotros fue un manjar, pero un yanqui y el señor de mantenimiento que metieron manos en la olla lo aprobaron (quizás por compromiso).

Luego de la panzada, acomodamos los bártulos para mañana con la idea de dejar atrás la provincia de Santa Cruz. Hermosa pero larguísima, mas de 1000 Km.; con mucho viento en general, pueblos fantasmas y maravillas naturales inolvidables. Su gente agradable, respetuosa y siempre con buena energía. Igual, Chubut nos espera, mañana nos dará la bienvenida.

miércoles, 20 de abril de 2011

Día 26: Perito Moreno, se merecía un pueblo

Partimos 9:30, luego de dormir un poco mas de lo normal y con la idea de hacer unos 60 o 70 Km., la mitad de nuestro recorrido hacia nuestro objetivo. El día aparentaba muy lindo desde temprano, mucho sol y poco viento.

Luego de 40 Km. de ripio espantoso, subimos al asfalto ya habilitado rumbo norte. La bici de Hernán soporto el horrible camino de piedra lo que nos dejaba tranquilos para continuar nuestra ruta. Después de llegar a los 60 Km. propuestos, decidimos seguir un poco más porque el día se prestaba para hacerlo. Es uno de los recorridos más lindos por ahora, con subidas largas de 5 o 6 Km., y relajantes bajadas de la misma distancia. Es una muy buena de avanzar rápido, huevos para subir, relajarse y disfrutar de las bajadas. Así es negocio.

Sin darnos cuenta nos acercamos demasiado a Perito Moreno, y a pesar de la carga acumulada optamos por darle hasta el pueblo. Ya oscurecía y nos faltaban 35 Km. Nos calzamos las linternas y seguimos fielmente la raya blanca del lateral y rodar con tranquilidad. A falta de 15 Km., hicimos un stop para tomarnos una sopita calentita, si, sopa. Hasta para eso daba la noche. Más o menos 20:30 emprendimos nuestro último tramo con mucha energía y ganas de llegar. Y que lindo es llegar a la cima de un cerro y ver las luces del pueblo enclavado en medio de las montañas.

El camino seguía subiendo y bajando y para las 21:30 ingresamos a Perito Moreno. Atrás quedaron los 135 Km. y una persecución divertida del negro con una mulita. Que baile le dio el bicho, jajaja. Luego de unos rapidísimos zig zag, el animalito se escabullo en unos matorrales espinosos lejos de las manos de Marcos. Y pensar que solo quería sacarle una foto. Seguimos viendo fauna, además de Guanacos, Vacas, Caballos, Ovejas, Liebres, Zorros, Aves le agregamos la mulita. Falta el puma, aunque no tenemos muchas ganas de cruzarnos con uno.

Ya en el pueblo comimos una pizza con gaseosa y buscamos un lugar para dormir. Nos pegamos un baño en la estación de servicios y acampamos en el camping municipal, de los mejorcitos donde estuvimos.

martes, 19 de abril de 2011

Día 25: Bajo Caracoles

Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos;
es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.
Franz Grillparze

A las siete de la mañana, ya desayunados, partimos con las linternas en la cabeza rumbo a nuestra próxima parada. Sabíamos que teníamos unos 20 Km. con viento en contra y asfaltado, pero no sentimos esta vez su rigor por el horario. Hicimos ese tramo en una hora y después de un descansito arrancamos rumbo noreste por ripio. Por ahora, de los mas feos que nos ha tocado, aunque no fueron tantos Km. porque nuevamente aprovechamos los trabajos de asfaltado.

El viento nos dio tregua y avanzamos con ganas. Recorrimos una gran distancia por la mañana, unos 75 Km. hasta las 13:00 hs. A esa altura paramos a comer, nos faltaban tan solo 50 Km. para Bajo Caracoles, un paraje en el medio de la nada que solo nos servia para abastecernos de agua y pasar la noche. A falta de unos 35 Km., sufrimos nuestro segundo desperfecto técnico (el primero, la rueda delantera del "rayo" en el avión).

Esta vez, el portaequipaje de la "Rutera" se desprendió del cuadro y se le vino a Hernán todo abajo. Los dos tornillos que sujetaban el porta habían desaparecido literalmente. se ve que el ripio hizo un trabajo bien fino. Sin tornillos de reexpuesto, atamos como pudimos el elemento suelto y seguimos camino. Esto, trajo aparejado otro inconveniente, pues la alforja queda mas cerca del pedal y el zapato numero 43 de Hernán la rozaba constantemente sin darse cuenta del daño que estaba causando.

Unos Km. adelante paramos para ver como estaba la situación y la alforja derecha ya tenía un agujero considerable. No pudimos seguir así, por lo pronto, porque se seguiría agrandando el daño. A falta de 23 Km. (según nuestro reloj) y a 15 Km. (según el camionero), nos subimos a un camión que nos deposito en Bajo Caracoles. Eran las 6 de la tarde y llegamos a nuestro destino de una manera no deseada, con un poco de ayuda.

Ese mismo camionero le regalo a Hernán dos tornillos para salir del paso con el que arreglo el portaequipaje, aunque nos queda arreglar la alforja. Luego de picar algo en la única despensa del lugar, dormimos nuevamente en Vialidad, esta vez nos dejo un lugar para armar la carpa. Mañana salimos hacia Perito Moreno, allí haremos un buen servis a las "nenas" y nos tomaremos un día de descanso.

lunes, 18 de abril de 2011

Día 24: Tamel Aike

Partimos como de costumbre muy temprano para avanzar unos Km. sin la molestia del viento, aunque ya desde esa hora ya estaba presente lo que nos daba el indicio de un día duro. Arrancamos por un ripio bastante lindo pero para nuestra sorpresa, esta parte esta siendo asfaltada y, aunque no esta habilitada para los vehículos, nosotros aprovechamos las partes terminadas o mejoradas, superficie que se asemeja bastante al asfalto.

La gente de las empresas que están realizando el trabajo gentilmente acceden a que podamos usar esos tramos, que agradecemos a nuestro paso con un cordial saludo. La mañana se presento con bastante viento pero en su gran mayoría era cruzado, aunque como ya explicamos también dificulta el andar. A unos 50 Km., cansados y malhumorados por nuestro enemigo, paramos a descansar las piernas y a comer algo para revivir las energías.

Estábamos a 60 Km. de nuestro primer objetivo, un puesto fijo de Vialidad Nacional llamado Tamel Aike, donde pensábamos pasar la noche. Al retomar nuestro camino, a los pocos Km. la ruta giro hacia la derecha (dirección este) y el viento se cruzo a nuestro favor, así que para las 16:00 hs solo nos faltaba nuestro último tirón de 30 Km. totalmente asfaltado. Lo único malo es que nuevamente nuestras bicis encaraban a la cordillera y así teníamos viento en contra. Por suerte, ya era bastante tarde y no castigaba tanto como al mediodía. Utilizamos la técnica de "chuparse", donde uno de nosotros se coloca detrás del otro y roda protegido del viento.

Tiramos un Km. cada uno y así no sufrimos el contante castigo. Ya de noche, como a las 19:30 hs llegamos al puesto de vialidad. El puestero nos brindo un lugar para colocar la carpa, dentro de un galpón, y nos ofreció darnos un baño que aprovechamos con ansias. Fue un día muy positivo, porque avanzamos mucho a pesar de las condiciones del tiempo. Seguimos adelante, con la idea de salir de Santa Cruz para que el viento no nos afecte tanto.

domingo, 17 de abril de 2011

Día 23: Gregores, la capital del viento...

Luego de dormir gratis en el camping municipal, nos levantamos tipo 10:00 hs para buscar un alojamiento para bañarnos y acomodar cada parte de nuestro destrozado cuerpo. El día anterior había sido demasiado duro, recorriendo 180 km.

Finalmente conseguimos en el hostel "Mariel", de muy buena atención y de lo mas barato del pueblo. La dueña, una señora abuela, amablemente nos dejo cocinar cuando no hacía esa diferencia con el resto de los huéspedes. A esta altura creo que nuestra cara de pobresitos esta funcionando a la perfección. Le contamos de nuestro viaje y acceden a ayudarnos bastante. Cocinamos de lujo, nos comimos la prometida milanesa con papas a caballo y descansamos bien. Recorrimos las 10 cuadras del pueblo y nos volvimos rapido porque el viento no daba tregua. Por suerte no estabamos en la ruta porque lo hubiesemos sufrido horrores. Como siempre, después de un tiron de 300 km. mas o menos, nos tomamos un día para recargar energías y despejarnos de la bici.
Mañana seguimos rumbo norte, hacia la ciudad Perito Moreno, que se encuentra a 350 km de nuestra posición. Solo esperamos que no encontremos a nuestro obstaculo tan presente, que se tome él un día libre.

sábado, 16 de abril de 2011

Día 22 Recorrido: 180 Km. - Tiempo: 15 hs - Movilidad: 2 rodados

Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos. Proverbio Chino

Partimos temprano con la idea de hacer la mayor cantidad de Km. posibles. Sabíamos que teníamos en gran parte viento sobre nuestras espaldas. La superficie no era de lo mejor, un ripio con pozos y con cascotes por todos lados. De todas maneras, esto te hace ir mucho más concentrado y todo se pasa más rápido. Veloz, fue una de las bajadas que presentaba el camino, donde pusimos en juego nuestra integridad física.

Descendiendo a unos 45 km por hora, la huella desapareció y el ripio compacto se transformo en un rejuntado de piedras flojas que hizo inestables las bicis. El Rayo comenzó a zigzaguear enloquecido casi hasta perder la verticalidad. Hernán venia unos metros atrás, y al observar la situación llego a frenar un poco antes de las "piedras movedizas". Después del susto, decidimos bajar con un poco mas de cuidado.

Los Km. pasaban y, como se esta asfaltando la ruta, aprovechamos ese trabajo girando sobre un mejorado que se asemeja a una superficie plana. Rodar ahí es otra historia. Así pudimos avanzar rápidamente, aprovechando la ayuda del viento y sin ripio. A falta de 80 km y con bastante tiempo, el negro le prometió pagarle una milanesa con papas fritas a caballo a su compadre de viaje. Este, sin dudarlo se subió a la bici después de una parada técnica con la idea fija.

Después de 20 km a puro vértigo, la ruta se desvía hacia el oeste y dejamos de recibir la ansiada colaboración del viento. La carretera bordea el lago Cardiel, un espejo de color turquesa, pero que a esa altura mucho no nos interesaba. Fueron 15 km con viento cruzado en contra, con subidas y bajadas. Se estaba poniendo el sol y faltaba bastante recorrido. Luego del desvío, la ruta retoma sentido este en una recta extensa de ripio en mal estado.

A falta de 30 km, el sol ya nos había abandonado. Nos calzamos las linternas en la cabeza y, a pesar del horrible piso, insistíamos en llegar a Gregores. Le dimos durísimos, y hasta peligrosamente los últimos Km. para unir Tres Lagos con Gregores, unos 180 Km. Contentos fuimos en busca de nuestro premio pero nos conformamos con una pizza de muzza y una levite. Eran las 22:30 y estaba todo cerrado

viernes, 15 de abril de 2011

Día 21: Tres Lagos

Las distintas culturas son climas espirituales, cada uno de los cuales resulta nocivo o saludable para un determinado órgano. La historia en su conjunto, es la ciencia de los remedios, pero no una terapia única. Por eso hace falta un médico que utilice la ciencia de los remedios con vistas a situar cada uno en el clima que le conviene, bien durante un tiempo o bien para siempre.

Nos despertamos como para salir temprano pero seguía lloviendo. Dormimos un rato más y para las diez el viento nuevamente soplaba con ganas. Lo bueno es que se había llevado las nubes y que relativamente jugaba a nuestro favor.

Nos faltaban 55 Km. para llegar a Tres Lagos y con la ayuda de nuestro enemigo íntimo llegamos en 3 horas. Aquí es donde el asfalto se convierte en ripio por varios Km. hacia el norte. Llegamos a un pueblo que parecía abandonado, casi nadie andaba por la calle única y principal, el viento retorcía las pequeñas ramas de los pocos árboles del pueblo, todo muy opaco, poco verde... en fin, nuestra parada.

Conseguimos un camping que había abierto hacia 15 días. Allí comimos algo, nos dimos un baño sensacional y nos refugiamos del viento en la confitería del lugar. Nos quedamos ahí hasta las 22 hs, cuando cerró sus puertas. Antes, había charlado un poco con la encargada y con un camionero amante de la bicicleta. Un dialogo de viajes y demás. Finalmente solicitamos poder dormir en el baño, pues no teníamos viento, contaba con calefacción y dejaríamos todo armado para levantarnos y partir, sin perder tiempo con el desarme de la carpa.

Por suerte accedieron, así que pasamos la noche en el Hostel "Toilettes", abrigados y seguros. Mañana partimos hacia Gobernador Gregores, a unos 180 Km. de Tres Lagos.

jueves, 14 de abril de 2011

Día 20: Hacia la Leona

Después de llenarnos de naturaleza, belleza, energía; después de una panzada de placer, partimos rumbo norte dándole la espalda a uno de los lugares mágicos de nuestro país.

El destino era Tres Lagos, a unos 165 Km. Pensamos hacerlo en dos días para no desgastar demasiado las piernas. El día acompaño bastante con poco viento y pudimos hacer unos 100 Km. Allí se encuentra una Estancia tradicional de la región, La Leona, junto al río que lleva ese mismo nombre. La leyenda dice que junto al cauce de ese río, El perito Francisco P. Moreno fue atacado por un puma y salvo su vida gracias a la intervención de sus colaboradores. Por eso lo bautizo con ese nombre. Preguntamos cuanto salía pasar la noche ahí y el valor nos espanto rápidamente: 60 dólares por persona.

Salimos despavoridos a buscar un lugar para acampar. Para esa hora de la tarde, como a las 6 empezó a soplar el viento ferozmente, algo raro porque por lo general a esa hora se calma. Nuestra idea era acampar junto al río, pero debimos seguir y buscar un lugar protegido para la carpa. Hicimos un par de metros caminando y bajamos a un costado de la ruta donde el viento no castigaba tanto. Después de comer unas empanadas de jamón y queso nos acostamos esperando que mañana amanezca mas tranquilo.

Pero durante toda la noche el viento estuvo furioso, revoleando las paredes de la carpa de un lado a otro. Por un momento pensamos que no iba a resistir. Apenas nos pudimos dormir como a las 4 de la mañana cuando el viento le dejo lugar a la lluvia. Como si se hiciera un cambio de jugador: "Sale viento, entra lluvia". Nuestro despertador marcaba las 6 AM, pero seguía cayendo agua... perdón, ya es otro día… por la carretera, buscando un ideal.

miércoles, 13 de abril de 2011

La Lengua de Hielo

"Mar interno, hijo del manto patrio,
que cubre la Cordillera en la inmensa soledad,
la naturaleza que te hizo no te dió nombre.

La voluntad humana desde hoy te llamará "Lago Argentino".

Francisco Pascasio Moreno

Salimos temprano para ir al glaciar a dedo. Así nos ahorraríamos unos 120 pesos cada uno. No teníamos una tarea fácil, ya que no hay muchos turistas y era lunes, un día laborable. Nos fuimos a una rotonda con la esperanza de hacer los 80 km. que separan la ciudad de Calafate con los glaciares.

Después de una hora solo pasaban las combis llenas de turistas que pagaron su pasaje ida y vuelta. Casi resignados, dispuestos a volver a la ciudad, un paisano nos levanto y nos dejo a mitad de camino. ¿"El vaso medio lleno o el vaso medio vacío"? Era medio lleno hasta que comenzó a lloviznar.

Media hora después no sabíamos que hacer, refugiados en la copa de un árbol decidimos hacer dedo para cualquiera de los dos lados. Pasaba realmente pocos autos y ya era mediodía. Un golpe de suerte (y dos caritas de "lastima") logro que frenara una camioneta rumbo al Parque. Estábamos a 20 minutos de ver una de las maravillas del mundo.
Uno puede describir lo que se ve (una inmensidad de hielo color celeste - turquesa de unos 60 metros de alto), inclusive puede dar una idea de como se escucha (la lengua de hielo que baja entre las montañas cruje constantemente, se raja, se desprende para que todo sea un espectáculo mágico), pero sinceramente es imposible describir lo que se siente ante majestuosa naturaleza.

Miles de años trabajando para crear una obra maestra. Parte de nuestro sueño era conocer este lugar, un paso mas a decir, misión cumplida.

martes, 12 de abril de 2011

Día 18: Domingo en Calafate

Jornada de descanso y ocio. Así son los domingos, dicen. Nosotros buscamos tempranito otro hostel mas cómodo y barato, y lo conseguimos en La Carreta.

Luego de ir a información turística, quién nos paso el dato del alojamiento, además de como llegar al Parque Nacional Los Glaciares. Estaba frío y lluvioso, y el viento era bastante pesado.
Nuestra meta era ir mañana a ver el majestuoso Perito Moreno con la idea de descansar bien y disfrutar del parque a pleno. Aprovechamos para mirar un poco de TV, dormir bien y comer cosas ricas. Un pollito espectacular con pure y un pastel de papa por la noche. Luego de comer dimos una vuelta porel centro, nos abastecimos de comida y nos archivamos en el hostel.
Un día tranquilo, pues entre la lluvia y el viento no nos dejo muchas chances de hacer otra cosa, mientras tanto, en la radio sonaba una rola de Rúben Blades: Cuando era niño mi barrio era un Continente, y cada calle era un camino a la aventura... En cada esquina una memoria inolvidable... Me iba a la cama con la fe del que ganó, me despertaba con la paz del que aprendió... Que lo importante en esta vida es el tratar... Que lo que cuesta es lo que no voy a olvidar!... Crecí luchando, como los otros, los que crecieron como yo, de humilde cuna, con su fortuna hecha de sueños... Como yo, como yo.

lunes, 11 de abril de 2011

Día 17: En busca del espejo de hielo

Con el ánimo por las nubes, desayunamos en la estación y arrancamos con ganas porque el viento apenas soplaba. Eran las 10:00 cuando nos despedimos de La Esperanza con el objetivo de hacer por lo menos la mitad del camino que nos separaba de El Calafate, más o menos unos 80 Km.

El día estaba perfecto, con sol y apenas una brisa en contra. Luego de 40 Km. paramos a comer unos tallarines con tuco. Ya eran las 13:30 y el viento ya s sentía mucho más áspero. De todas maneras pedaleamos unos Km. mas, unos 20 en total cuando de golpe el viento se hizo insoportable, al punto que apenas podíamos caminar. Descansamos un poco al resguardo pero a la hora decidimos caminar para encontrar un reparo para pasar la noche.

La carpa que tenemos no esta preparada para soportar grandes vientos ya que no es de alta montaña, así que nos sentimos en la obligación de seguir avanzando para situarla en un lugar seguro. Después de caminar unos Km., un cartel nos indico que a 50 cuadras había un puesto de vialidad fijo. Ya eran como las 6 de la tarde cuando llegamos al lugar y preguntamos si podíamos pasar la noche ahí. Nos dijeron que no había problema pero nos "recomendaron" seguir viaje hasta el Calafate en vehiculo porque en los próximos días estaba pronosticado ráfagas de hasta 60 Km. por hora.

Al principio lo dudamos, pero al rato evaluamos que hubiese sido si no estaba el puesto, que se nos iba a complicar para pedalear, inclusive para armar la carpa o comer. La recomendación se convirtió al rato en una orden, ya que ellos velan por la seguridad de cada persona que transita esa ruta. Cabe destacar que llevan un control estricto de cada persona que realiza cualquier travesía en bicicleta o en moto, teniendo que registrarnos cada vez que pasamos un puesto de vialidad o policial.

Finalmente ellos mismos se encargaron de conseguirnos una camioneta que nos llevo al Calafate. Fueron unos 115 Km. aproximadamente que hicimos en cuatro ruedas, con un poco de tristeza pero con la tranquilidad que lo intentamos siempre, obviamente, sin correr riesgos innecesarios. Suena algo dramático, pero se convierte peligroso pedalear con tanto viento cuando continuamente pasan camiones y vehículos y uno no puede tener un real control de la bicicleta.

Llegamos a El Calafate y conseguimos un hostel barato para pasar la noche. Mañana intentaremos conocer el Parque Nacional de los Glaciares, parte de nuestro sueño.

domingo, 10 de abril de 2011

Día 16: ¿Travesía de la nada, pasos de nadie?

Acomodamos todo y salimos a rodar. El día anterior habia sido muy duro y aparecieron las preguntas. ¿que hago aca? ¿Quién me mando a hacer esto?

Las respuestas son instantaneas pero es imposible no interrogrse asi mismos. Pero por suerte, este fue un día muy productivo en cuanto a los km realizados. El viento se tomo un día de vacaciones y pudimos llegar al paraje La Esperanza, a unos 125 km de donde estabamos.
Le dimos duro y parejo, ya que el día se presto para pedalear de maravillas. LLegamos de noche, cansados y con frío. Una estación de servicios, un hospital, la policía, un hotel, una gomeria y dos casas eran todo lo que tenia el pueblo. Acampamos en la estación, comimos ahi mismo y nos abrigamos con la calefaccion de la gasolinera.
A la medianoche nos fuimos a dormir, pero esta vez muy motivados por el avance alcanzado y con la idea de seguir por la misma linea mañana. Ahora nos preguntábamos ¿Estas bien? ¿te duele algo? El Calafate nos espera.

sábado, 9 de abril de 2011

Día 15: Los dos sabemos lo que siente el uno en el interior del otro y con fuerza de leones se abrazan nuestras almas.

“Tu grado de libertad será proporcional a la fuerza y el ardor con que te entregues a la grandiosa empresa de conquistarla…” EJ Malinowski


A las 6 de la mañana nos levantamos y desayunamos muy bien para emprender nuestro viaje hacia Calafate. Salimos a rodar con mucho frío y de noche. El viento nos da tregua a esa hora pero igual ya daba indicios de ser una jornada complicada.

Hicimos unos 20 Km. y el sol ya nos daba un poco de calor. Tipo 9:30 paramos un rato y cuando quisimos retomar viaje ya era casi imposible. A unos Km. adelante se veía Guer Aike, un pequeño pueblo y decidimos pedalear y refugiarnos ahí.

En ese momento paso un motociclista que se nos pego y nos gritaba ¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡Vamos!!! Con el puño arriba y apretado. Generalmente recibimos el saludo y aliento de camioneros y automovilistas, pero las motos sufren en carne propia los abates del viento. Por supuesto que el saludo nos dio aliento y nos puso la piel de pollo, pero a los 100 metros nos bajamos de las bicis y caminamos porque era imposible e incluso peligroso.

Llegamos al mediodía al control policial de Guer Aike, a unos 25 Km. de Río Gallegos, comimos y esperamos que afloje el viento. Pero nada. Como a las 3 de la tarde nos metimos en una casa en construcción con la idea de salir de noche para avanzar unos Km., pero el viento nunca ceso su actividad.

Por lo tanto, pasamos toda la tarde ahí y decidimos dormir para salir a primera hora al otro día. Según la policía, el viento llegaba a ráfagas de 50 Km. por hora. Demasiado para nosotros.

viernes, 8 de abril de 2011

Día 14: Planificación

Nos quedamos un día mas en Gallegos para descansar bien, organizar el tema de la comida para unos 6 días de bicicletada y planificar nuestro camino hacia El Calafate.

Dimos una pequeña vuelta por el centro, recorrimos la calle rebautizada Néstor Kirchner, antes llamada Julio “Asesino”Roca, quién fue responsable de llevar adelante el genocidio que bajo el nombre de “Conquista del Desierto” (1879- 1885) intentó exterminar al Pueblo Nación Mapuche. Hoy su símbolo de héroe, poco a poco comienza a caer, siendo severamente cuestionado por las organizaciones Mapuches y diferentes sectores de la sociedad argentina.

Antes de regresar al Hostel, compramos el alimento para que nada nos falte. En la sala, conocimos a un tano y una portuguesa que vienen recorriendo nuestro país y luego de una charla nos fuimos a acostar porque queríamos salir bien tempranito para evitar lo máximo posible el viento.

Un día para recuperar energías y para el ocio. La ciudad no tiene mucho para ofrecer y el frío hizo el resto para quedarnos adentro. Solo salimos para adquirir los recursos gastronómicos y nada más.

jueves, 7 de abril de 2011

Día 13: Río Gallegos

Aprendimos que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La ruta y este viaje, en realidad, es una calle de sentido único: La Quiaca.

Dormimos hasta las 9:00 hs. y un contingente de jubilados nos despertó cuando aprovecharon la ocasión para usar el baño e la aduana. Un par se coparon con nuestro viaje y nos desearon muy buena energía. Acomodamos todo muy tranquilo porque teníamos que recorrer solo 67 Km. y sin viento en contra, así que relajados emprendimos el camino hacia Río Gallegos.

Cerca de las 14:00 ha llegamos a la capital de Santa Cruz. La idea era conseguir un lugar para comer primero, y luego un espacio para dormir bien, así que terminamos en un hostel compartiendo una pieza con vendedores ambulantes. Uno que ofrecía casa por casa ropa varia, un gitano vendedor de cds de música y películas y un afilador de cuchillos que se ganan la vida por estos pagos y luego se vuelven a sus ciudades de origen.

Ese día compramos una buena cena y nos fuimos a dormir temprano porque traíamos un cansancio para diez. Por supuesto, el viento seguía rugiendo aunque los ronquidos del "señor de la ropa" eran mucho más sonoros.

miércoles, 6 de abril de 2011

Día 12: A Monte Aymond (Frontera)

Luego de una buena ducha tempranera salimos hacia la frontera Argentina. Teníamos casi 100 m, todo de asfalto y el cruce del estrecho de Magallanes a través del Ferry. Partimos de madrugada para no chocar nuevamente contra nuestro enemigo íntimo: el viento.

Después de 40 Km. de viento en contra, que l hicimos sin parar un segundo, arribamos a Bahía Azul, lugar donde se cruza al continente. Ya habíamos transcurrido nuestros primeros 500 Km. de travesía en la isla de Tierra del Fuego e ingresamos al sector continental para iniciar otros 5000 Km. Luego de 20 minutos de viaje (no pagamos los 130 pesos que cuesta el cruce porque estábamos en bicicleta y no en auto) emprendimos camino hacia Monte Aymond, paso fronterizo para ingresar nuevamente a nuestro país.

Los primeros 15 fueron un parto, demasiado viento. Cansados, llegamos a la intersección de dos rutas, una que giraba hacia la izquierda en dirección de Puerto Natales (Chile) con viento en contra; y la otra hacia la derecha camino a la frontera, con viento a favor. Y fueron los primeros 40 Km. que teníamos la ayuda de la naturaleza, el empuje del viento dándonos en la espalda. Y la verdad que fue agradecido. Incluso, nos animamos a jugarle un mano a mano a una pareja de ñandúes. Llegamos a 38 Km. por hora y los bichos nos "acompañaron" unos 3 Km. corriendo al costado de la ruta muy cerquita de nosotros. Fue algo divertido y sorprendente, pues la mayoría de los animales que cruzamos huyen apenas escuchan nuestros pasos.

Antes de anochecer llegamos a la frontera y luego de realizar los trámites correspondientes en la frontera de Chile nos dirigimos a la nuestra. (que lindo es volver). Allí, solicitamos un lugar para pasar la noche con la esperanza que nos brindara un espacio similar al de San Sebastian. Finalmente, con pocas ganas, el Jefe de Guardia nos ofrecí un pasillo junto a un baño. No pudimos bañarnos pero si dormir mas tranquilos y comer algo.

Antes, intentó convencernos con algunas mentiritas: "Río Gallegos esta a 45 Km.". (Son 67 Km. en realidad), "Tienen viento a favor, llegan en dos horas" (El viento era cruzado), y "Oscurece a las 22 hs." (ya eran las 19:30 y se puso de noche una hora después). Obviamente nos quedamos y nos fuimos al otro día silbando bajito.