El destino era Tres Lagos, a unos 165 Km. Pensamos hacerlo en dos días para no desgastar demasiado las piernas. El día acompaño bastante con poco viento y pudimos hacer unos 100 Km. Allí se encuentra una Estancia tradicional de la región, La Leona, junto al río que lleva ese mismo nombre. La leyenda dice que junto al cauce de ese río, El perito Francisco P. Moreno fue atacado por un puma y salvo su vida gracias a la intervención de sus colaboradores. Por eso lo bautizo con ese nombre. Preguntamos cuanto salía pasar la noche ahí y el valor nos espanto rápidamente: 60 dólares por persona.
Salimos despavoridos a buscar un lugar para acampar. Para esa hora de la tarde, como a las 6 empezó a soplar el viento ferozmente, algo raro porque por lo general a esa hora se calma. Nuestra idea era acampar junto al río, pero debimos seguir y buscar un lugar protegido para la carpa. Hicimos un par de metros caminando y bajamos a un costado de la ruta donde el viento no castigaba tanto. Después de comer unas empanadas de jamón y queso nos acostamos esperando que mañana amanezca mas tranquilo.
Pero durante toda la noche el viento estuvo furioso, revoleando las paredes de la carpa de un lado a otro. Por un momento pensamos que no iba a resistir. Apenas nos pudimos dormir como a las 4 de la mañana cuando el viento le dejo lugar a la lluvia. Como si se hiciera un cambio de jugador: "Sale viento, entra lluvia". Nuestro despertador marcaba las 6 AM, pero seguía cayendo agua... perdón, ya es otro día… por la carretera, buscando un ideal.
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